sábado, 13 de julio de 2013

Liderazgo

     Cierto día, unos jóvenes estudiantes debían realizar un trabajo de investigación y exponerlo frente a su clase, eran 3. Uno de ellos, ante la formación de grupos, tomó el gafete de líder por instinto y apuntó el número de sus compañeros para estar en comunicación con ellos y ver de qué forma realizaban el trabajo. Ante un proceso de asignación de labores entre sus miembros el "líder" notó que sus compañeros, el día de la exposición, no dominaban los temas, en realidad no habían investigado nada sus compañeros. Él amablemente los citó horas antes de la exposición para explicarle bien los temas a sus colegas. Minutos antes la presentación, que la había realizado el "líder", y los conceptos quedaron claros para todos y este mismo estaba muy confiado pues él había trabajado arduamente en el proyecto y conocía de pies a cabeza los términos. A la hora de la exposición notó que las ideas no estaban fluyendo, pues era un poco tímido, y no dijo nada de lo que sabía, su elaboración fue muy pobre, mientras que los otros dos, que poco habían hecho, se estaban desenvolviendo con mucha facilidad y dominaban los temas. El profesor solamente contaba con lo que las personas exponían, sin importar la labor que realizaron antes de esta.




      Esta fue un a historia personal, que sucedió hace pocos días, y me dejó una enseñanza enorme. Primero que no se debe menospreciar las habilidades de las personas que nos rodean, pues ellos pueden sacar ventaja de estas, también es dar siempre el 100% y trabajar en nuestras debilidades, estas pueden afectar todo el trabajo realizado como en este caso que la batuta de líder quedó completamente opacada. Previamente establecer diferentes mediadas en contra de las debilidades, no solamente se necesita el conocimiento del tema, si no es urgente tener una manera de expresarlo y de poder transmitirlo, como muchos lo hacen en sus libros, en sus diálogos, en sus exposiciones, en medios de internet como blogs, redes sociales, lo malo de esto sería tener el conocimiento y guardarlo ante el poco desarrollo de expresión.

     Ahora bien cuando ya uno, ante un largo proceso de trabajo, llega a tener una posición importante como es del líder entonces debemos ser capaces de dirigir a los acompañantes, muchas veces son aquellos que comparten funciones de trabajo técnico y muchas veces solamente entre ellos se entienden. Desarrollar la capacidad de visualizar hacia dónde debemos ir y hacia donde estamos yendo, es un punto importante en la función líder pues este nos va a ubicar el rumbo que estamos tomando. Escuchar al compañero, entenderlo y discutir de forma enriquecedora parece que son características que guían hacia el éxito porque no es solamente trabajo-dinero lo que se busca si no ese compañerismo que nos motive a seguir adelante.



     La arrogancia es muchas veces una característica que nos aleja de la posición de un líder ya que los aires de superioridad afectan nuestra capacidad motora ante la realidad y muchas discusiones salen a la vista por actitudes como estas. El estado de ánimo es un factor fundamental de un líder, este es todo un ejemplo para los demás compañeros, por lo que debe hacer a un lado los problemas externos ya sea familia, deudas... alejar esto es tener profesionalismo pues el trabajo no es simplemente una obligación, si no que este es un medio de aprendizaje, un medio en el cual el desarrollo intelectual aumenta, y los problemas externos lo que hacen es desubicarnos y nos sitúa en el camino incorrecto.


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